Evaluación de usabilidad.
Rubén García
Existen muchos
métodos de evaluación de la usabilidad, que se pueden clasificar de diversas
maneras. Aquí lo vamos a hacer con criterios prácticos, para permitir al lector
elegir uno y aplicarlo rápidamente.
Supongamos que ya tenemos acabado un prototipo o una
versión definitiva de un sitio Web y que se nos da la oportunidad de mejorarlo.
Sin duda, la mejor inversión de tiempo y rendimiento consiste en introducir
mejoras en su usabilidad.
Para ello vamos a hacer una evaluación del sitio. ¿Qué se
pretende hacer con ella? Respuesta: Detectar fallos o aspectos susceptibles de
mejorar en lo que se refiere a su uso. No hay ningún sitio que salga a la luz
que no pueda mejorarse de alguna manera. Incluso no es de extrañar que tras
sucesivas evaluaciones y rediseños aún queden aspectos mejorables. ¡La
perfección es un mito!, pero aún así podemos marcar una diferencia.
Lógicamente tras la evaluación el paso siguiente sería el rediseño del sitio, teniendo en cuenta las recomendaciones que se han recogido durante la evaluación. Veamos a continuación qué métodos podemos usar.
Evaluación automática.
Consiste en el uso de software que detecta problemas elementales, como por ejemplo:
Se pueden encontrar varios recursos disponibles de este tipo:
Su ventaja es la rapidez, pero no detecta cuestiones globales de usabilidad, las más importantes. Muchas de las cuestiones cruciales sólo pueden ser detectadas de forma "heurística" por un ser humano experimentado y tras un periodo prolongado de uso. Aún así es un buen punto de partida que permite ahorrar trabajo posterior.
Evaluación de acuerdo a directrices.
Otra forma de evaluación consiste en considerar la adecuación de las características del sitio a alguna(s) lista(s) de directrices o características que debe tener un "buen sitio". Sólo tiene valor real si lo realizan como mínimo dos personas que ya tengan cierta experiencia, y se obtiene una lista de cuestiones con las que se puede realizar un rediseño alternativo del sitio.
La lista más conocida es la de los 10 heurísticos de Nielsen, enumerados aquí a título ilustrativo:
Como algún lector habrá notado, esta lista también se puede utilizar como guía de diseño, y es que no se pueden separar ambos procesos.
Evaluación con usuarios.
Es la más compleja en lo que se refiere a preparación, realización y análisis, pero es la que proporciona resultados más valiosos. Básicamente se trata de tomar una muestra de sujetos, de 5 a 10, aunque esto dependerá del tipo de sitio y de público, y pedirles que realicen varias tareas.
En toda prueba de usuario hay que registrar siempre dos aspectos: el rendimiento y la opinión de los sujetos. En el rendimiento se observa la consecución de tareas. En cuanto a la opinión, las mejores técnicas para conocerla son el pensamiento en voz alta y el uso de un cuestionario o una entrevista postest.
En nuestra experiencia, es en la entrevista final de donde se obtienen los aspectos más reveladores. Nosotros hemos observado que los usuarios son especialmente sensibles a estas cuestiones:
Bien, ya tenemos hecha nuestra evaluación de usabilidad, y ¿ahora qué? Pues puede estar seguro de que si se tienen en cuenta las recomendaciones que se desprenden de la evaluación, sus usuarios no se perderán y se sentirán cómodos visitando su sitio.