El Directivo del 2.000.
Raquel Calleja.
Consultora de Enfoque 5. Responsable del área de RR.HH.

Los directivos del 2000 no serán hombres metálicos que realicen su gestión sirviéndose de complejos sistemas tecnológicos, sino que más bien, culminarán una trayectoria que ya iniciaron en las últimas décadas de este siglo.

Esta tendencia, por fin, no es etiquetable, ni puede estudiarse como un fenómeno con características comunes, porque se basa fundamentalmente en el conocimiento que cada directivo tenga de su empresa y de las funciones y responsabilidades de dirección inherentes a la misma.

De lo anterior se deduce que:

1. El nuevo directivo, ha de provenir de un plan de carrera realizado en la empresa. Por lo que conoce la realidad empresarial desde todos los puntos de vista posibles.

Pero además no pierde de vista esa realidad, sin la cual se pierde de nuevo el rumbo de la dirección, detallando en la definición de su puesto actividades y funciones que supongan un trato continuo con los diferentes sectores de la empresa.

Así tendremos a un directivo accesible y visible ya que no existirán diferentes estratos jerárquicos que distorsionen su visión y la del resto de la empresa.

 

2. El nuevo directivo conoce y utiliza las funciones y responsabilidades que el nuevo planteamiento de la dirección implica.

Este planteamiento elimina las barreras socio-económicas de forma definitiva, por lo que basándose en políticas de promoción adecuadas, pueden optar a la dirección las personas que:

· Demuestren interés hacia la dirección de equipos de personas. No hacia la dirección como meta personal o como signo de ambición profesional.

· Conozcan y usen las funciones y responsabilidades de la dirección, que para el nuevo milenio acentuarán su importancia en el factor humano.

Dicho factor, obligará al nuevo directivo a reflexionar seriamente antes de decidirse por un puesto de dirección, ya que a medida que se va constatando el hecho de que el rendimiento de las personas depende en gran medida de la forma en que son dirigidas, se va cargando la agenda del directivo con planes de actuación concretos a este nivel (motivación, remuneración variable, solución de conflictos...)

Los aumentos salariales, ventajas y mayores responsabilidades que hacían tan atrayente el puesto directivo, van a ser contemplados dentro de una balanza en la que tendrá un alto peso el factor anteriormente descrito.

Se pedirán responsabilidades que hasta ahora solo eran críticas, los empleados podrán valorar la gestión de sus superiores y estas valoraciones tendrán sus oportunas consecuencias.

La delegación de funciones y responsabilidades será mayor, ya que el tiempo del directivo se dedicará fundamentalmente a las tareas y objetivos de dirección.

De todo lo anterior se deduce que la consideración vigente en gran número de empresas, para las que los puestos de dirección requieren a personas con dotes de liderazgo prácticamente innatas y que en la mayoría de los casos se identifican con la agresividad, con dotes comerciales etc., no puede mantenerse en los perfiles directivos del 2000.

Esta consideración más ambiental que recogemos en este artículo, no significa que el directivo vaya a ejercer funciones de "padre de los trabajadores", ya que este enfoque tampoco contribuye a mejorar los resultados de los empleados y por tanto, tampoco la productividad de la empresa.

Nuestra consideración es que el directivo "se hace ", pero se hace con su previo interés y con el desarrollo de conocimientos y habilidades específicos de una realidad concreta, la de su empresa.

Este planteamiento propone a un directivo formado adecuadamente, especialmente en el conocimiento de otras empresas y en el de dirección de personas, y una experiencia concreta dentro de su empresa.

El consejo y la formación continua serán las estrategias que complementen este perfil, de tal forma que al contrario de lo que prevalece hasta hoy, no será extraño que consultores externos colaboren en las tareas de dirección, y esto será considerado como un gesto de madurez y profesionalidad por parte del directivo del nuevo milenio.