Internet,
¿tierra de nadie?
SERGIO
RODRÍGUEZ - BAKER & MCKENZIE
MARZO 21, 2001
No hace
mucho (cinco años quizá) expresiones como "ciberespacio", "carretera de la
información" e incluso la ahora conocida "arroba" o "@", nos hacían pensar en
ciencia ficción e historias fantásticas.
Sin
embargo, hoy día las mismas nos evocan operaciones virtuales cotidianas y
millonarios adolescentes. ¿Recuerda usted su primer "correo electrónico"?, ¿ha
realizado alguna compra de algún bien o servicio a través del Internet? Día con
día y casi sin darnos cuenta, nos sumergimos en una nueva manera de comunicarnos
y hacer negocios. Actualmente es para todos muy clara la necesidad de estar
"conectados".
Vertiginosamente la sociedad a nivel mundial se percató del potencial del
Internet como un instrumento para facilitar el comercio en forma global y, casi
simultáneamente, las autoridades en diversas jurisdicciones y los empresarios
comenzaron a preguntarse cuál sería la mejor manera de reglamentar ordenadamente
este nuevo medio libre de fronteras y, al parecer por lo mismo, no sujeto a las
leyes de ningún país.
Si bien por algún tiempo hubo quienes pretendieron que el ciberespacio (ése que
sólo existe dentro de las redes de cómputo) se mantuviera completamente
anárquico, hoy es claro que, para alcanzar todo su potencial, es necesario
regularlo de manera precisa. De hecho, prácticamente en todos los países y en
diversos organismos internacionales, actualmente se discuten propuestas para
hacer de la "Red Mundial de la Información" un lugar seguro para hacer negocios,
para entretenernos, intercambiar ideas, etc.
Probablemente usted o su empresa ya hayan hecho alguna operación de compraventa
mediante el Internet o se encuentren cercanos a realizarla. Se preguntará
entonces, ¿qué clase de riesgos legales puedo correr al hacer tales operaciones
o al anunciar mis productos o servicios en la Red? La respuesta es que existen
muchos y muy diversos riesgos involucrados. Por razones de espacio, en esta
ocasión sólo nos referiremos a los principales riesgos que enfrenta una empresa
que ofrece sus bienes o servicios en la Red.
En primer término, hay que destacar algo que ya mencionamos: el Internet es un
medio global. Esto quiere decir que, el hecho de que cualquier persona, en
cualquier parte, pueda tener acceso a la "página" de su negocio, le expone
potencialmente a las leyes y reglamentaciones de cualquier país.
Esto es especialmente importante cuando el producto o servicio que ofrece puede
encontrarse regulado de manera especial o sujeto a limitaciones que usted o su
empresa desconocen. Más aún, puede usted o su empresa encontrarse involucrado en
litigios fuera de México, sujeto a leyes extranjeras con los riesgos
potenciales que esto representa.
Otro aspecto que debe considerar es el siguiente: Si cierra usted operaciones
mediante el Internet, ¿cómo puede estar seguro que la persona con quien está
tratando es efectivamente quien dice ser?, ¿qué le garantiza que dicho cliente
cumplirá con su parte de una transacción acordada mediante un simple click?,
¿cómo obligarle en caso de incumplimiento, sobre todo ante la carencia de
documentos firmados?
Asimismo, su valiosa propiedad intelectual (sus marcas, patentes, nombres
comerciales, secretos industriales, etc.) pueden también estar en juego. ¿Posee
usted la titularidad sobre el "nombre de dominio" de su empresa? (por ejemplo:
"www.[nombre de su empresa].com.mx").
Si su negocio involucra obras originales tales como fotografías, dibujos,
música, textos, programas de cómputo, diseños, etc., ¿qué puede hacer si alguien
más decide hacer uso de las mismas en forma ilegal (tan simple como "cortar y
pegar") sin pedir su autorización?
¿Recopila su página información de carácter personal de quienes le visitan a
través de encuestas o solicitando que llenen alguna forma electrónica? Si bien
esto puede ser muy atractivo y útil para fines comerciales, ya que le
proporciona datos relevantes sobre el tipo de gente que le visita, su edad,
poder adquisitivo, preferencias, etc., existen varias legislaciones que regulan
en forma estricta la manera en que se puede usar dicha información, y en algunos
países, incluso se exigen ciertos requisitos sobre la manera de recopilarla.
Mientras que la tecnología está modificando la manera de hacer negocios a escala
global, hay verdades elementales que nunca cambian. Si bien es cierto que el
Internet representa enormes oportunidades estratégicas para hacer negocios, tan
bien lo es que, el no tomar las precauciones legales necesarias al ingresar a
hacer operaciones comerciales o financieras electrónicamente, puede acarrear
graves consecuencias para su organización. Como decían los abuelos, "más vale
prevenir que lamentar".
* Sergio Rodríguez
sergio.rodriguez-castillo@bakernet.com
Baker & McKenzie