El peligro de abusar del permiso.
Álvaro Campuzano


Antes de abordar el artículo me gustaría que prestaran atención a los siguientes datos:

"Ya bueno pero eso sucederá en caso de que las empresas hagan spam. Sí yo me he suscrito a una o varias listas de correos es sencillamente porque quiero recibir información de esas empresas y por lo tanto no me importa que me envíen emails ya que he dado mi consentimiento para ello" (es posible que algún lector haya pensado esto).

Sin embargo ¿qué sucede cuando empresas a las que has dado permiso para enviarte emails te saturan tu buzón de entrada?, ¿qué sucede cuando una de las empresas a las que habías dado permiso para enviarte emails cambia su frecuencia de envío y te manda un email cada dos días?, ¿qué sucede sí has dado tu permiso a 15 ó 20 empresas y estas aumentan su frecuencia de envío?, ¿sigue sin importarte?

A continuación trataré de dar respuesta a estas preguntas.

Cuando nos comunicamos con nuestra lista de subscriptores hemos de tener siempre en cuenta el siguiente principio: Un exceso de frecuencia te quitará el permiso.

¿Y esto que implica?

Pues bien, esto implica que ya no podrás volver a enviarle ningún tipo de email hasta que te vuelva a dar su permiso (y eso raras veces sucede).

Así pues acabas de perder un cliente o potencial cliente, el cual es muy posible que se haya ido a una empresa de la competencia donde seguramente no cometerán tu mismo error.

Por lo tanto la frecuencia de comunicación con los suscriptores de tu lista de correo es un tema demasiado importante como para que las empresas se lo tomen a la ligera.

¿Cómo determino mi frecuencia de comunicación?

Se puede hacer de dos formas:

1. Escoge dos segmentos representativos de tu lista de suscriptores: Una vez hecho esto, envía un email a los miembros de los dos segmentos e indícales que con el fin de mejorar el servicio que les prestas vas a realizar una prueba alterando la frecuencia de envío y pregúntales sí estarían dispuestos a participar en dicha prueba. Evidentemente ofrece algún tipo de incentivo (productos gratis, descuentos, la posibilidad de ganar un viaje, etc.). Una vez que han aceptado participar en la prueba, aumenta la frecuencia de envío en un segmento y disminúyela en el otro. A continuación analiza su reacción ante tales cambios, la cual se traducirá en bajas de la lista (evidentemente estas bajas no son reales ya que los miembros de los segmentos escogidos saben que están en una prueba. En caso de que hubieses alterado la frecuencia de comunicación y los suscriptores no supieran que estas realizando un test de frecuencia, las bajas serian reales con todo lo que ello implica). A cada modificación de frecuencia mide sus reacciones (bajas de la lista) hasta encontrar el nivel de comunicación optimo.

2. Pregúntales directamente: Cada suscriptor es un mundo y lo que a uno le parecen muchos emails a otro le parecen pocos, por lo tanto cuando se den de alta en tu lista de correo pregúntales con que frecuencia desean recibir la newsletter o los mensajes comerciales y limita tus comunicaciones a sus respuestas.

Es posible que muchas empresas no hagan nada de esto y se dejen guiar por su sentido común o su experiencia a la hora de establecer la frecuencia de comunicación, pero desde mi punto de vista están desaprovechando una increíble oportunidad para dar un paso más en la relación con sus suscriptores (un paso mas hacia una relación de confianza). El simple hecho de preguntarles con qué frecuencia quieren recibir nuestros emails ya les hace ver que su opinión es importante para nosotros y eso provoca indudablemente una sensación de confianza hacia nuestra empresa que posiblemente se traduzca en compras.

© Alvaro Campuzano , alvaro_campuzano@hotmail.com
Especialista eMail Marketing